La búsqueda de la organización espacial y funcional del proyecto se basó entonces, en la premisa de obtener la mayor longitud edificada con visuales hacia el mar y el bosque, consiguiendo así, iluminación y ventilación natural.

La estética formal del edificio surge de la generación de un extenso perímetro, que responde en cada una de sus caras a la circunstancia paisajística imperante. La construcción con aberturas de grandes dimensiones generan una imagen moderna y liviana intentando alejarse de la estética de un complejo suburbano convencional.

El lenguaje propio de una estética de waterfront de urbanización costera, le otorga jerarquía y presencia al emprendimiento.